Degradación de fenoles
Es ya ampliamente conocido que los hongos basidiomicetes de la pudrición blanca son capaces de degradar lignina y en consecuencia una amplia variedad de compuestos xenobióticos. Dentro de ellos, el fenol, es un compuesto aromático con usos y aplicaciones como la producción de resinas fenólicas, fertilizantes, manufactura de nylon y otras fibras sintéticas. Es empleado en desinfectantes, antisépticos, en pinturas y removedores de pintura, en preservadores de madera, resinas sintéticas, textiles, medicamentos, preparados farmacéuticos, perfumes, baquelitas y otros plásticos, en la industria del papel, cuero, jabón, juguetes y productos agrícolas. Debido a su amplio empleo también es frecuentemente encontrado en los efluentes industriales donde es fuente de contaminación causando efectos nocivos en los seres vivos.
Una forma de evaluar la capacidad degradativa de los hongos Basidiomicetes es a través del cultivo de distintas cepas en medio líquido. El empleo de fenol como única fuente de carbono o de un medio nutritivo suplementado con fenol permite evaluar su tolerancia y capacidad de crecimiento en estos medios. Luego a través de la cuantificación de las actividades enzimáticas y la cantidad de fenoles remanentes en el medio se puede evaluar su capacidad degradativa y potencial aplicación en biorremediación.
A partir de experiencias realizadas se sabe que por medio de una batería enzimáticas, entre las que se encuentran enzimas lingninolíticas como lacasa y manganeso peroxidasa, hongos de los géneros Stereum, Irpex y Lentinus toleran y degradan concentraciones de fenol 5 mM presentes en el medio de crecimiento.
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